"POR EL DERECHO A TRANSITAR EL DOLOR..."


Es duro ver a alguien llorar, sostener a una persona que se siente enfadada con el mundo...es difícil sostener al que está transitando el más duro dolor...

Es duro porque de pequeños no nos permitieron sentirnos mal, llorar, sentir rabia, dolor, enfado...;se enfadaban con nosotros; nos reprimían, nos querían contentos y felices todo el tiempo y no cabía lugar para las rabietas, pues si nos enrabietábamos proseguía un castigo, una amenaza, un chantaje, una humillación…o incluso un “pues ahora vas a llorar pero con motivos..." (qué triste!!), no me gusta generalizar, pero a muchos de nosotros nos criaron así, como pudieron, haciendo lo mejor que sabían…pero así, sin más justificación.

Hay momentos en los que leer ese tipo de  frases bonitas e inspiradoras me hacen reflexionar acerca de la vida, de las personas, de la manera en la que nos comunicamos y fuimos criados...

Frases del tipo que; por muy difícil que nos lo ponga la vida no podemos perder la sonrisa nunca ; No hay que rendirse jamás ; Todo depende de la actitud con la que te tomes las cosas y las dificultades en la vida...etc.
Sí, yo misma seguro que las digo...me incluyo porque yo también formo parte del reflejo de la sociedad y de la represión que hemos mamado, y de la falta de cuerpo materno...

Las personas en general nos sentimos incómodos antes las comúnmente denominadas emociones negativas…Tendemos a querer relativizar las emociones y las cosas que suceden, pienso que a veces demasiado...Relativizar, sanar, perdonar, transcender, transformar, y vivir con amor y sonriéndole a la vida es maravilloso, aunque  también, deberíamos darnos permiso a sentir y transitar la tristeza, el dolor,  la rabia, la ira, la frustración y muchas tantas emociones a las que  hemos denominado como emociones negativas, en el más sentido peyorativo de la expresión, no permitiéndonoslas a nosotros mismos, ni a nuestros hijos y cuánto menos a las personas que nos rodean...

Y cuándo se trata de perder a una hija o un hijo, tan terrible...esto es así, tenemos derecho a venirnos abajo, a estar con mala cara, a no tener dibujada la sonrisa en el rostro,  tenemos y debemos permitir y tolerar que las personas vivan su duelo, que se sientan enfadados con el mundo y que transiten su dolor, su ira, su incomprensión...y que vayan transitando las distintas fases del duelo…No podemos pretender que comprendan y encajen lo ocurrido en meses, e incluso no deberíamos apresurar a la persona que necesite mucho tiempo para transitar su dolor.


  • No deberíamos pretender que tengan buena cara, que nos saluden con una sonrisa.
  • No deberíamos minimizar su dolor ni juzgarlo.
  • No deberíamos ningunear sus emociones…

Nos da miedo y tenemos verdaderas dificultades para sostener y validar esas emociones en otras personas porque ni tan siquiera nos hemos dado el permiso para sentirlas en nosotros mismos…

No las miramos y por lo tanto las negamos y las llenamos de apariencias, distracciones y de corazas...

Pues, si no sabemos que decir, mejor no digamos nada, y no hagamos interpretaciones ni valoraciones fuera de lugar acerca del dolor de los demás, ni sobre lo que creemos que debería ser y menos aún si no nos podemos poner en sus zapatos porque no hemos transitado ese camino.


  • No podemos ni tan siquiera hacernos una idea de lo que puede estar sintiendo..
  • No podemos comprender ni llegar a imaginar…

Sólo podemos admirar, respetar, tender una mirada amiga, una mano tendida, un abrazo, una caricia…y no juzgar, no minimizar, no comparar…

Flaco favor les hacemos a las personas a nuestro alrededor cuando tratamos de hacerlos sentir bien a toda costa, porque encima del peso que sostienen, les añadimos el peso de la culpa por sentirse mal.

Nadie debería pasar por esto, nadie está preparado para vivir algo así.

Brindémosle el respeto y el tiempo que cada alma necesite para transitar la pérdida y el vacío que la pérdida de un hijo deja .

Perdamos el miedo a ofrecer  una caricia al alma...o si nos nace decirles que sí, que es una " GRAN MIERDA", y que tienen derecho a llorar, a sentirse cómo se sienten…y  convertirnos en ese resorte en el que se sientan a salvo transitando sus emociones…

Un abrazo cariñoso,

Lola 

"TE PIDO PERDÓN"


Mi amor, mi vida, cuántos momentos nos hemos regalado, abrazos profundos de reconciliación, de esos en los que nuestras almas se funden en una  y tú me apretas contra tu frágil pero fuerte pecho y no nos soltamos porque disfrutamos de nuestra alianza que no tiene límites, de nuestro amor infinito que no se puede describir con palabras, de nuestra complicidad más allá de cualquier lógica o razón.

Es algo tan sumamente profundo lo que nos une, y es parte de nuestro crecimiento espiritual. Somos dos almas gemelas que se han unido para evolucionar, para tú mostrarme el camino a recorrer, para yo a través de tus ojos y tu bondadoso corazón crecer como madre y como mujer. Tú me lo muestras cada día, que el único camino es el del Amor, es en  él en el  que hayo  todas las respuestas y soluciones…

Es a través de ti y por ti por lo que me esfuerzo en aprender y sanar…

Te pido perdón por todas las veces que me he equivocado, por cada piedra con la que tropiezo, y te doy las gracias por tu mirada siempre llena de Amor hacia mí, por tu alma pura en la que no cabe rencor.

Cuándo te pido perdón, veo en tus ojos una tierna compasión porque intuyes que lo intento con toda mi alma pero a veces no puedo, me falla la fuerza, la energía, la paciencia, pero tú sabes bien cuál es el camino, y sabes bien que a veces no es fácil recorrerlo…

Mi hijo sabio y grande, vamos a disfrutar de nuestro re-encuentro de almas y a dar gracias a la Vida por cada instante que vivimos, por cada tropiezo porque nos hace más fuertes y humildes,..

Vamos a disfrutar de nuestra unión con Amor y Gratitud, sin expectativas, y con muchas, muchísimas ganas de continuar aprendiendo juntos de la vida.

Te quiero con toda mi alma.

Mamá.

Un abrazo cariñoso,

Lola 

“NOCHE DE LUNA, NOCHE DE EMMA. 5/10/2013"


Y por fin llegó la medianoche...después de un largo día de verano jugando en el jardín con mis hijos, sintiendo cada contracción con amor y plenitud, contracciones suaves, muy irregulares y amables...dichosa de lo que estaba aconteciendo, deseosa por tener en brazos a mi bebé, llena de paz y armonía...disfrutando, gozando, recibiendo la expansión de mi útero con una canción y despidiéndome con un; “Una menos para verte mi amor...”,mi cuerpo se había puesto en marcha y no parecía querer frenar.

Mis hijos duermen, la noche se augura 
larga, saciada de amor y caricias de mi
compañero, decido, ahora sí, conectarme a ti,
 ser una contigo, concentrarme para 
ayudarte en tu camino de salida. 


Ahora que todos duermen, sólo estamos tú y yo.

Observo las caritas de mis hijos que tan plácidamente duermen, sus pequeños cuerpecitos, en ellos voy encontrando la fuerza, el impulso, las contracciones comienzan a ser más fuertes, más intensas, más regulares...las gestiono bien, me cuelgo de la puerta del dormitorio para sobrellevar el dolor, necesito estar de pie, respiro, inhalo aire, y lo dejo salir…vocalizando un suave ahhhhhhh que dejo fluir a modo de canto…

Mi mente decide evadirse y comienzo a visualizar montañas, comienzo a escalar, me siento fuerte y enérgica, hago un gran esfuerzo, sostengo a mi bebé en brazos, estamos exhaustas, seguimos subiendo la montaña, llegamos a lo más alto, y vemos, un sol muy radiante, es el útero que quiere explotar, son los rayos del sol que queman, es una explosión de dolor transformado en amor, es un dolor de plenitud, un dolor de expansión, un dolor con sentido…


No es dolor, es intensidad, estas palabras resuenan en mi interior durante el tiempo que dura la contracción...


Y visualizo un arco iris, precioso, luminoso, colorido... un paisaje, el más bonito que jamás haya visto, parece el Everest, estamos en la cima mi amor, lo hemos conseguido. Comenzamos el descenso, la bajada es más fácil, ya casi estamos, ya estamos llegando, el dolor comienza a disiparse...y yo me despido de él como si de un mantra se tratara con un;  


"Una menos para verte mi amor..."

Y así iban pasando las horas, las 2, las 3, las 4 de la mañana...

De esta manera dominaba el dolor, alternando ratos en la mecedora, las contracciones venían más armoniosas, irregulares, y menos intensas...y a ratos deambulando por la casa, en los que las contracciones eran más seguidas e intensas, yo sólo tenía que escuchar a mi cuerpo y dejarme llevar...

Me siento conectada con todas las mujeres que en ese momento cómo yo, están pariendo, conectada a la luna, a las hembras mamíferas, a todas las mujeres que en la historia de la humanidad habían parido en sus casas, en el calor y la intimidad de sus hogares, me siento envuelta en un halo de paz y perfecta armonía.

Siento mucho frío, comienzo a temblar...me reconfortan un pañuelo en la cabeza, una manta y unos calcetines...se va pasando el frío...me encuentro bien y tranquila, continuo dominando las contracciones, bebo mucha agua, y en el contemplar de mis angelitos durmiendo sigo encontrando el impulso, todo cobra sentido, y tú y yo seguimos escalando el Everest que tan bien nos esta haciendo en el silencio y la oscuridad de la noche...

No me siento sola en ningún momento porque tú estás conmigo, me siento conectada a tí...

Miro el reloj de la cocina y son ya las 4;30 de la mañana, busco el calor de mi marido, no hablamos, nos sentimos, la sentimos a ella, él me acaricia y las contracciones parecen dar tregua...tengo la sensación de estar dormida…descanso y recupero fuerzas...

Y vuelven...
Esta contracción me hace levantar de la cama, es más fuerte, más intensa, viene otra y otra y mi marido avisa a nuestras matronas.

Escucho a los perros que las saludan al llegar, voy a la puerta a recibirlas, les regalo una contracción abrazada a ellas, no hace falta hablar, existe una gran complicidad entre nosotras desde el primer momento, me siento feliz de saber que están...ya no falta nadie,


…sólo falta que nazcas tú.

Escuchamos el latido de Emma, atesoro ese instante lleno de magia, sólo se escucha en el silencio de la noche PUM PUM PUM PUM …es el corazón de nuestro bebé, nos miramos los 4, sonreímos, y digo; está contenta...y continuo a lo nuestro.

Mientras las matronas están terminando de preparar la piscina de parto, en silencio, respetuosas, estando sin estar...Fran está a mi lado, entregado, dándolo todo, y yo abrazada a su cuello, de pie...siento su amor, me llenan sus “te quiero...” su pecho es mi refugio, me da seguridad y paz.

Se escucha bajito Cold Play, me gusta…y siento la certeza de que todo va bien, contoneo la pelvis...Gracias mi amor porque juntos bailamos las contracciones al son de mi música favorita, juntos le guiamos a nuestra hija el camino de salida, lo recuerdo como el momento más romántico que he vivido a tu lado.

Llega un momento en el que comienzo a sentir cansancio, mucho sueño, camino hacia el baño, me sobra la ropa, tengo calor, me apetece darme una ducha calentita, necesito aliviar este dolor, debían ser las 6;15 de la mañana porque pronto nacerías tú...Fran me dice que me espere que ya está casi lista la piscina de parto, y le pido un tacto sin mucha convicción a Antonia que me dice que no con una sonrisa con la que lo expresa todo, estamos en perfecta sintonía, ahora sé que ya estás muy cerca…sólo necesito tener la certeza de que estoy lo suficientemente dilatada para no interrumpir el trabajo de parto entrando a la piscina antes de tiempo...me siento muy cansada...

Bendita respiración, parir duele, sí que duele, me retuerzo de dolor… quizás hablar me desconcertó, quizás es que ya estás aquí, siento ganas de empujar, se va la contracción, camino hacia el salón, me concentro de nuevo, estoy cerca de la piscina pero no siento ganas de entrar, me siento bien de pie, abrazada al cuello de Fran, espero la contracción, y siento un potente PLOFFFFF, es la bolsa que se rompe, siento el agua caliente cayendo y mojando mis piernas, me agarro con más fuerza al cuello de Fran…

Ahora sí siento cómo un huracán se apodera de mi cuerpo, la cabeza de mi bebé termina de bajar, estoy muy para adentro, visualizando lo que está ocurriendo en mi interior, la cabeza de mi hija corona, la toco con mi mano, y vocalizo con un fuerte AHHHHHAHHHH, duele mucho, pero sé que muy pronto te tendré en mis brazos, siento dolor y alivio porque sé que ya es el final, no queda nada para conocerte, me muero de ganas de tenerte conmigo.

Intuyo que no se han percatado de que Emma está naciendo, estamos a oscuras en el salón, están en la cocina, la música está sonando, así que cojo la mano de mi marido; tócala, ya está aquí...es Emma. Las matronas me escuchan y viene Antonia de puntillas, sigilosa, en silencio, se coloca detrás de mí, espero la contracción en la que no tengo que empujar, mi cuerpo lo hace todo sólo, yo nada más me agarro con fuerza para no tambalear, en realidad es un momento muy tranquilo, y sale su cabeza, todavía dentro de mí siento cómo su cuerpo rota, la miro… siento esa sensación de cómo nos partimos en dos, y espero a que venga ahora sí, la última contracción en la que ya sale todo su cuerpecito, qué sensación de alivio tan inmensa. La recibimos con todo nuestro Amor, unidas por el cordón, mi preciosa bebé, te abrazo, cuánto te quiero, cuánto te amo, mi ángel, nuestro ángel, serena, tranquila, nos miramos, nos enamoramos, doy las gracias, no sé cuántas veces doy las gracias, siento una inmensa gratitud a la vida por dejarme vivir tan maravillosa experiencia.

Me parece fácil, tan bonito, tan natural, tan mágico, eso digo...Enseguida le pido a Fran que despierte a los niños, serían las 6:40 de la mañana, empezaba a amanecer, Antonia y Olga me ayudan a acostarme en el sofá... vienen los nenes, conocen a su hermanita, cada uno a su ritmo, Enrique más efusivo, Álvaro más observador, momento que tengo grabado en mi retina para siempre, la alegría que sintieron al ver a su hermanita a unos minutos de nacer, todavía unida a mí por el cordón umbilical…



Emma no se lo piensa mucho, rápidamente y con gran sabiduría agarra el pecho, estamos desnudas, sintiéndonos, piel con piel, la huelo, adoro el olor a bebé recién venido a este mundo, es un olor a Felicidad. Siento a nuestras matronas cercanas y amorosas, felices, nos dan amor a todos, se cercioran de qué todo está bien, sólo hay un pequeñísimo desgarro, les pido que si no es necesario no me den ningún punto, mi marido corta el cordón cuando deja de latir bajo la atenta mirada de nuestros hijos, y ahora ufff una contracción...ya se me había olvidado…el segundo parto...tengo que parir la placenta, tres contracciones incómodas, y empujo un poco y sale una flamante placenta con forma de corazón que observamos todos con atención, vemos por fin el árbol de la vida, precioso milagro el que estaba sucediendo en nuestro hogar, ahora sí toda esta aventura estaba dando fin para dar paso a una nueva vida para nosotros, una nueva familia acababa de nacer.

Nos sentimos felices, plenos e inundados de gratitud, por fin ha nacido Emma, decían los niños.

Y para terminar este cuento, nuestros hijos deciden aprovechar el agua calentita de la piscina de parto y cerrar esta maravillosa noche de luna, dándose un rico baño, entre risas y en una nube de oxitocina.

Gracias Fran por tu amor incondicional, por acompañarme y apoyarme en todo, por confiar siempre en mí.

Gracias a mis hijos por abrirme el camino, por ser mis hijos maestros…

Gracias a las matronas que libremente decidimos que nos acompañaran en este viaje, dos ángeles que se mantuvieron cerca antes, durante y después del parto, brindándonos todo su cariño, respeto, sostén y  protección.

Gracias a mi hija Emma por hacer que este sueño se hiciera realidad, por escalar juntas el Everest, porque no te imaginas todo el sentido que le has dado a nuestra familia, la familia que tú has elegido.

Gracias a todas las mujeres que decidieron narrar y compartir su parto, porque ha sido en gran parte, leyéndolas, que he podido romper con muchos miedos y barreras en mi mente…en mi parto hay un poquito de todas…

Y por último, gracias también a mí, por sentirlo, soñarlo, atreverme, fluir, soltar y vivirlo con intensidad y con las emociones a flor de piel…

Un abrazo cariñoso,

Lola 

"LA GUARDIANA PROTECTORA, LA CUIDADORA...TAMBIÉN NECESITA PROTECCIÓN Y CUIDADOS..."


Las doulas, estamos al servicio de los demás, nos llena acompañar, cuidar...es más una manera de sentir y vivir, y hemos de aprender a acompañarnos y cuidar de nosotras mismas, a dejarnos llenar por todo el amor y la belleza, que nos impregna y nos recarga de energía. 

Las doulas, hemos de solicitar ayuda cuándo lo necesitamos. También es necesario que bajemos el volumen, que reduzcamos la marcha...y nos ofrezcamos mirada, a nuestro cuerpo, mente y emociones....con sus propios ritmos naturales y que tantas veces nos cuesta escuchar entre tanto ruido interno y externo...

Las doulas, hemos de aprender a darnos lo que necesitamos en la medida en la que nos sea posible...no cesar en buscarlo, crearlo...no cesar en escuchar lo que necesitamos e intentar respetarnos, lo mismo que le recordamos a las madres que acompañamos...

La que escucha , cuida, abraza, sostiene, sin juzgar y sin condicionar o querer guiar a algún lugar...también necesita escucha, cuidados, abrazos, sostén, sin juicios y sin que la quieran llevar a ningún lugar...

Las doulas, también necesitamos nuestros espacios dónde poder hablar, dónde desnudarnos...dónde ser simplemente, dónde sentirnos a salvo...un espacio libre de juicios, ese lugar dónde se respire respeto y humanidad.

Las doulas, las guardianas protectoras, fuente de sabiduría y de paz...también tenemos nuestras propias historias, cargamos con nuestras propias mochilas, llevamos nuestra propia programación grabada en nuestras células...también sorteamos nuestras piedras en el camino, las mismas que nos hacer caer, levantarnos y avanzar...

Las doulas, también necesitamos retirarnos, parar, respirar, dejarnos sostener por la mano de otra mujer u hombre de la tribu...necesitamos transitar este camino acompañadas...por mujeres-hermanas que sientan al unísono...

Las doulas, necesitamos aprender a amarnos, aún con nuestro dolor, abrazarlo...darnos a nuestras emociones sin juicios...hemos de hacernos conscientes y reconocer nuestros límites...dónde continuar indagando y trabajando para continuar creciendo y avanzando por nuestros caminos de luz....Nos lo debemos a nosotras, a nuestras familias, y a las mujeres y las familias a las que tenemos el privilegio y la responsabilidad de acompañar...

Las doulas, vivimos nuestras propias pérdidas, sentimos nuestros propios duelos, con su dolor y decepciones...con su frío y soledad...con todo el miedo...

Sabemos que el camino no siempre es fácil, ni lineal en la vida...y que también nosotras, las acompañantes en la Maternidad, nos tendríamos que ofrecer el permiso a sentir la negación, el enfado, la rabia, la ira, la impotencia, la tristeza...y todo ese abanico de emociones tan intensas y de todos los colores, que también forman parte de nosotras y de nuestro transitar por la vida...

Como doula, hay muchas cosas que nadie me ha contado y que voy descubriendo con cada paso andado...

Un abrazo cariñoso,

Lola 

"NUESTROS HIJOS SON NUESTROS ESPEJOS"


Cuando te das cuenta de ello, y tomas conciencia, es un aprendizaje esclarecedor, porque en vez de echar las culpas sobre ellos de lo que les ocurre, te paras, llevas la mirada hacia dentro, te observas, realizas la introspección necesaria, y te das cuenta que la que no está en armonía, eres tú. 

✔Si yo me encuentro cansada y desconectada, mis hijos notarán mi falta de presencia y actuarán de manera caótica y demandante, mostrando su frustración.

✔Si yo me siento triste, ellos se pondrán malitos somatizando mi tristeza o dormirán mal o llorarán más.

✔Si yo me siento ansiosa, estresada...ellos actuarán de manera hiperactiva, con gritos, creando excesivo ruido y mucho movimiento.


Si yo les ofrezco un hogar sereno y tranquilo, ellos se mostrarán felices y en armonía...

Si tomo la responsabilidad y me doy cuenta que la que no está tranquila soy yo, podré modificar la situación desde mi interior generando cambios, ofreciéndoles más cariño, más paciencia, más presencia, más mirada, respeto, aceptación...

Por eso, nuestros hijos son nuestros maestros, son sabios y seres puros, maravillosos que nos muestran y nos guían el camino...


Nuestros hijos son nuestros espejos. 

Un abrazo cariñoso,


Lola 

"DEDICATORIA A MI HIJO ENRIQUE CUANDO CUMPLIÓ CINCO AÑOS"


"Querido hijo Enrique, las palabras se me quedan chicas para decirte lo mucho que te quiero y lo orgullosa que me siento de ti, de que seas mi hijo mayor y el mejor hermano que podrían tener Álvaro y Emma. 

Tú me has enseñado con tu amor a la vida, con tu pasión al juego ,a disfrutar de la belleza que nos rodea, de las flores, del color violeta, del azul del mar, del arcoiris, de el viento y sus bailes, de los pájaros con sus nidos y sus cantares...Gracias a ti estoy explorando mundos nuevos en la playa ,con esta pasión que nos contagias a todos los que te queremos, "la pesca, pero no nos los comemos”. Me alegro mucho muchísimo que te haya gustado tanto la caña de pescar, espero un día poder verte pescando un cazón en nuestra maravillosa playa de los pescadores, y soltarlo libre nuevamente al mar!!

Te estás haciendo grande, lo veo en tu cuerpo, en tus pies, en tus manos, ...pero sobre todo lo veo en tus pensamientos, en tu manera de hablar, en tus pequeños grandes discursos que me dejan con la boca abierta., en tus millones de cualidades y virtudes, en tu gran sentido del humor...eres un niño muy "despierto" como tú me dices; que no te gusta perder tiempo durmiendo!, un niño lleno de vida y feliz, muy feliz.

Me maravillan tus inventos, tus construcciones, eres mi pequeño Einstein, tan pronto inventas mundos para caracoles como casitas para saltamontes, aviones de papel para tus amigos en la escuela, gaviotas con hojas de platanera, libélulas con hojas secas del aguacatero de nuestro jardín. También te gusta mucho encontrar pequeños tesoritos q guardas en tus cajitas. Ayer mismo me pedías una, ¿recuerdas?

Todo te apasiona y te emociona, y nos ayudas mucho con las tareas de casa, a cortar el césped, a regarlo, a poner la bomba para sacar agua del naciente. Te estás convirtiendo en un experto jardinero e incluso te sabes los nombres de las flores...y yo, no puedo más q observarte y maravillarme con tu juego tan bonito y especial..

Este mundo necesita niños como tú.

Te estás haciendo un pequeño gran hombrecito...ya no gritas tirita tirita tiritaaaaa...ahora me llamas y dejas que te cuide, y aguantas el dolor sin gritar... eres tan valiente!

Nos queda por delante una vida maravillosa que vivir juntos con nuestra preciosa familia, con nuestros hermanos perros, que nos cuidan Jak y Noa.
Vivir la vida a tu lado es una preciosa aventura y cada día es como abrir una cajita llena de sorpresas.

Sólo me queda darte las gracias por enseñarme tantas cosas, por ser tan buen hijo, tan cariñoso. Sabes que me derrito de amor cuando me abrazas ó cuando me regalas una flor ó un "te quiero"...y cuando bromeamos, nos achuchamos y tus ojos brillan de amor, ese amor que siento que me regalas cada día.

Eres muy especial, muy musical, muy lleno de alegría, el mejor hermano mayor qué tantas cosas y juegos compartes y le enseñas a Al...y cómo se ríe Emma con tus tonterías, con tus risas, tus canciones y tus bailes.

Y también tienes carácter, sabes bien lo que quieres y lo que no quieres, y eres rebelde, esa rebeldía que nos hace crecer... aunque a veces me pone triste que no quieras comer fruta...parece que es ahora cuando empiezas a tomar conciencia y te gusta el zumo de naranja, pero sin pulpa...



GRACIAS por quererme tanto, gracias Enrique por ser como eres, un niño tan auténtico. Con un hijo como tú sólo puedo tratar de mejorar cada día y crecer como madre. GRACIAS por mostrarme el camino, por ser mi hijo maestro, por tu mirada llena de amor y de nobleza, por perdonarme cuando me equivoco, por ayudarme tanto con EMMA y sobre todo sobre todo GRACIAS por elegirme a mí para ser tu madre y por ser mi alma gemela".

Un abrazo cariñoso,


Lola 

"LO UNICO PERFECTO AHORA, ES CREER EN MI"


Mi mundo no es perfecto.

Lo que diferencia a mi mundo de ahora al del pasado es que me estoy enamorando de mí día a día, paso a paso...Me estoy re-descubriendo a mí misma.

Me reconozco imperfecta, real, humana, y he dejado de definirme, de juzgarme y de etiquetarme.

Hoy, más consciente que nunca de mis agujeros negros y con todo el trabajo personal que me he regalado, me atrevo a decir que disfruto de una sana autoestima.

Y algo que podríamos dar por sentado, para mí son sensaciones, emociones y sentimientos totalmente nuevas.

Y esto es lo único ahora mismo perfecto en mi mundo, un mundo real en el que ocurren cosas reales, en el que continúan surgiendo miedos, dudas, crisis e inseguridades...Sólo la manera de afrontar cada reto es ahora desde otro lugar distintos, diría más pacífico y asertivo.

Ahora confío en mi instinto.

Nada más y nada menos que tener un buen concepto de mí misma y saberme como una mujer valiente y capaz, me brinda del coraje, para sobrellevar todo lo que vaya viniendo.

Antes no confiaba en la vida y ahora sí.

Antes no confiaba en nadie y ahora sí.

Y también confío en mí.

Y en mi capacidad de respuesta y de sopreponerme, en mi capacidad para sostenerme.

Hasta hace relativamente poco tiempo atrás, no me quería, tenía una imagen muy distorsionada de mí y sufrí muchísimo por este motivo. 
Sentí mucho...

DOLOR. MIEDO. FRIO. FRAGILIDAD
MIEDO A TODO.
Y MUCHA SOLEDAD.

Hoy me siento en paz y lo que atraigo en mi vida son personas pacíficas...y todavía, en ocasiones, me cuesta creer que esto sea verdad.

Ya no siento claustrofobia.

Ya no me bebo mis lágrimas sola, ni siento vergüenza, ni culpa, ni rencor.

El sentimiento de vergüenza fue uno de los más duro para mí, debido a que soy una persona muy sociable y me gusta mucho la gente.

Llegué a sufrir fobia social, claustrofobia, aragofobia ...


Me salvó mi carácter optimista y guerrero.

Me salvó el mar, el azul, el verde, y el violeta.


Me salvaron mis amigos y la gente.


Me salvó el deporte y concretamente la natación.


Me salvó viajar y saborear las mieles de mi libertad.


Me salvó escribir.


Me salvé yo.


Me cuesta verdaderamente nombrar todo esto, pero deseo y necesito escupir cualquier resquicio que quede en mí, aunque sé que queda aún trabajo por hacer, cada día me siento más orgullosa de la persona que soy...

Y ya no tengo miedo.

De verdad que nunca deseé que nadie sintiera lástima por mí, todo lo contrario...Anhelé que confiaran en mí.

Sé que desnudándome así me expongo, pero me he liberado de cualquier necesidad de agradar.

Ya no siento necesidad de esconderme, ni de aislarme...


Ahora me reconozco fuerte y altamente sensible.

Lo que en el pasado fueron losas para mí, ahora son mis principales fortalezas.


Hoy me siento libre, estoy desplegando mis alas y deseo volar cada vez más alto.

Yo ya alcancé el éxito en mi vida.


Aprender a quererme ha sido mi mayor éxito.

Y se lo debo a mis hijos.

Aunque sé que no les debo nada, y tampoco ellos a mí.

No creo en vidas, en mundos, ni en personas extraordinarias.


Lo único que para mí es extraordinario ahora, es creer en mí.

Creo profundamente que todos tendríamos que darnos la oportunidad de descubrirnos, conocernos, aceptarnos y amarnos.

Si no puedes hacerlo sola, busca ayuda. Las personas fuertes, honestas y humildes, buscan ayuda y se dejan ayudar...

Yo no podría, ni puedo, ni deseo hacerlo sola.

Me han acompañado y me acompañan personas maravillosas en el camino.

Un abrazo cariñoso,

Lola 

"QUE INTENSA PUEDE LLEGAR A SER LA MATERNIDAD"


Me encanta cuando al caer la noche, todos duermen y con la silenciosa y cálida presencia del fuego, me relajo, escuchando el único sonido de mi respiración.

Atrás queda una larga semana que para mi hija Emma y para mí, una semana que para nosotras empezó el viernes por la noche, cuando a mi niña le fue subiendo la fiebre, tomándome por sorpresa y que, casi sin darnos cuenta, la hemos vivido metidas en la cueva, ofreciéndole ininterrumpidamente...

Teta a demanda. Piel con Piel.Mimos a raudales.
Silencio, tranquilidad y mucho descanso.

En algún momento en el que le intentaba explicar a mi hija que las tetas necesitaban descansar y que no podían más...ella expresaba su enfado conmigo.

Qué revuelta y angustiada he podido llegar a sentirme en determinados momentos...yo que pensaba que ya tenía la culpa a raya...pasarse por mi mente que quizás no estaba a la altura de lo que mi hija necesitaba en esos momentos, que quizás una madre más amorosa que yo, soportaría estar con su hija de tres años pachuchita, pegada al pecho tanto como ella necesitara, y que yo no he sido capaz, por lo menos no como ella hubiera necesitado.

Los pensamientos cuándo persisten, se transforman en emociones y sentimientos...

QUE INTENSA PUEDE LLEGAR A SER LA MATERNIDAD. 

Ahora, que ya estamos resurgiendo y mi hija está más recuperada, sí que logro observar la realidad con más perspectiva, y lo que he percibido y siento es que a pesar de no ofrecerle tanta teta como ella quería, he estado ahí para ella, sin importarme nada más, sólo mi hija todo el tiempo...

Mis brazos, mi cuerpo entero, ha estado ahí a su vera, para ella. La he sostenido y acompañado, sobre todo en sus enfados, cuando le tenía que negar la teta, por puro agotamiento. He disfrutado cuidándola, y lo más importante es que mi hija ha percibido lo mismo, que he estado ahí y que todo lo demás ha podido esperar. A pesar de no darle teta a demanda, le he ofrecido siempre mi cuerpo y mis abrazos.

Además ella ha visto como me respeto, como me escucho y me hago caso, en la medida de lo posible claro...A veces, la he podido dar teta por amor, porque sé que lo necesitaba, aunque mi cuerpo sentía agitación...

He tratado de conectarme a ella y a sus necesidades, tanto como he sabido y podido, y esto es lo que ella ha percibido, cómo la he olido, cómo la he besado, cómo la he acariciado...a pesar de esos instantes de quejarme un segundo y respirar profundamente y retomar de nuevo la situación más paciente y amorosa.

Y sí, también he tenido momentos de flaqueza y también es normal. He pedido ayuda, y me he dejado ayudar y cuidar por mis chicos, que se han adaptado a la situación, comprendiendo y aceptando que Emma solo quería estar con su mamá.

Y de repente, ella me roba un abrazo, ya sintiéndose mucho mejor...Un abrazo de esos fuertes, reparadores, sanadores, de esos que conectan las almas...Siento su agradecimiento, el cual no esperaba...y se deja caer rendida en mis brazos, esta vez sin resistirse al sueño...ahora sí más luminosa y sonriente...y sobre todo, sintiéndose querida por su familia.

Me encanta cuando al caer la noche y todos duermen y con la silenciosa y cálida presencia del fuego, me relajo, tranquila, escuchando el único sonido de mi respiración.

Un abrazo cariñoso,

Lola

"EL MUNDO NECESITA NACIMIENTOS Y PARTOS RESPETADOS "

Nuestra perra hace unos días parió. Ella sola creó su cuevita, y en la intimidad que brinda la madrugada, parió, tranquila, como ella libremente decidió. Estuvo sus primeros días, prácticamente sin moverse del nido, lamiendo a sus crías, enganchados a la teta todo el tiempo, sin interrupción, salvo para comer y hacer sus necesidades...Nube se sintió tranquila y cuidada por nosotros, por su familia que respetó su momento. 

Nube nos demostró que es una madraza, dejándose fluir por su instinto como buena mamífera, y le estoy inmensamente agradecida por todas las enseñanzas que me ha traido esta experiencia. Un placer para mis sentidos poder mantenerme cerca y observar a la Naturaleza en su estado puro, con toda su expresión, sus olores, sus fluidos, sus movimientos sutiles, su entrega sin fin y sin control...

Y esos momentos en lo que andaba observando  a mi perrita y a sus crías, resonaban dentro de mí estas palabras que deseo compartir;

"Tan listos que nos creemos, que lo tratamos de racionalizar todo, que pensamos y discurrimos tanto, que lo queremos controlar todo, que somos tan inteligentes y gozamos de tanta capacidad de aprender, etc...

Y resulta que, para lo más importante que existe, que es el NACIMIENTO Y LA CRIANZA DE NUESTROS HIJOS, precisamente el ser tan racionales y el querer controlarlo todo tanto...

INTERFIERE. INHIBE Y DESTRUYE el curso natural de la vida, generándose verdaderos trastornos y traumas, que más tarde tendremos que hallar la manera de sanar. Esto, en el mejor de los casos, porque en una inmensa mayoría se niegan esos traumas de la más tierna infancia.

Y qué decir de esas heridas, dejan una huella imborrable en el ser, en la manera de sentir, de relacionarnos, en la manera en la que miramos y hacemos frente a la vida. Y así continuamos en esta rueda que es la carencia de AMOR Y EMPATÍA, que va de generación en generación, con falta de lo que vemos en esta imagen y que tan necesario es. 



PIEL CON PIEL
LACTANCIA MATERNA
CUIDADOS
SOSTÉN EMOCIONAL
MATERNAJE


EL MUNDO NECESITA NACIMIENTOS Y CRIANZAS RESPETADAS. MADRES Y BEBÉS CUIDADOS Y SOSTENIDOS.


Madres tenidas en cuenta, informadas, acompañadas.

Madres a las que se las deje tranquilas para que puedan conectar y fluir con su instinto, para que puedan fusionarse con sus crías. Y bebés a los que se les de el valor que merecen, a los que se respete su ritual de nacimiento y llegada a este mundo y sean tenidos en cuenta en todo momento, como seres sensibles, que sienten y padecen...

Madres y bebés a los que NO se les separe al nacer porque sí, a menos que hayan causas de fuerza mayor... 

Bebés sobre el cuerpo de su madre en las primeras horas, días, meses, tanto tiempo como sea posible, tal y como la naturaleza ha previsto, tal y como madre y bebé necesitan.

Y para esto;

Necesitamos que dejen de tratarnos con paternalismo, con inferioridad, con condescendencia.

Necesitamos que dejen de vernos como si fuésemos meros recipientes portadores de vida a los que hay que ayudar a sacar a nuestro bebé. 

Necesitamos que dejen de tratarnos como si fuésemos tontas. 

Necesitamos más profesionales sanitarios concienciados, actualizados, sensibilizados con nuestros procesos y capaces de acompañar a las madres y a los bebés con toda la delicadez que merecen y necesitan, en una etapa de nuestras vidas tan profunda y sagrada y con tanta repercusión para el resto de nuestras vidas y para la humanidad.

Necesitamos que a las MUJERES se nos devuelva el poder que nos han ido robando con el paso del tiempo, y que con la irrupción de la medicina y la llegada de la industrialización en los nacimientos y en las crianzas de nuestros bebés, se nos ha ido vapuleando nuestro instinto, sin rendición, sin compasión... 

Necesitamos que nos escuchen, nos informen y nos permitan elegir y decidir libremente.

Necesitamos ser junto a nuestros bebés, los auténticos protagonistas de nuestro viaje.

Hasta que no seamos capaces de entender esto, no habremos entendido el verdadero significado de la Libertad y la Igualdad."

Un abrazo cariñoso,

Lola